Boletín: Violencia contra las mujeres en Honduras 2019-2020

Boletín: Violencia contra las mujeres en Honduras 2019-2020

Este boletín brinda información sobre la situación de violencia que enfrentamos las mujeres en Honduras durante los últimos dos años, 2019 y 2020.

A pesar del ingreso de la pandemia de COVID-19 y las medidas de mitigación que esta implicó, como el confinamiento, los índices de violencia contra mujeres y niñas en Hondureñas, no se redujeron.

Boletín: Violencia sexual contra mujeres – Enero a Mayo de 2021

Boletín: Violencia sexual contra mujeres – Enero a Mayo de 2021

El presente boletín informativo tiene como objetivo exponer los datos sobre violencia sexual contra las mujeres denunciada entre enero y mayo de 2021.

El Ministerio Público registró un total de 1,423 denuncias por delitos sexuales entre los meses de enero y mayo. De estas, 1,238 fueron agresiones contra mujeres; 785 de las cuales fueron realizadas contra menores de edad, es decir que el 63.4% de las mujeres víctimas de violencia sexual son niñas menores de edad. Descarga el boletín y conoce más.

Boletín: Violencia Sexual en Honduras 2019-2020

Boletín: Violencia Sexual en Honduras 2019-2020

A través de este documento pretendemos difundir información sobre violencia sexual contra mujeres y niñas en Honduras durante 2019 y 2020, caracterizar a las sobrevivientes y víctimas de violencia sexual, así como identificar la relación con sus agresores; también, evidenciar algunos de los impactos de la pandemia por COVID-19 y las políticas estatales por la emergencia nacional en la atención integral de la violencia contra las mujeres.

Mujeres trabajadoras de las maquilas ante la pandemia de COVID-19

Mujeres trabajadoras de las maquilas ante la pandemia de COVID-19

Este boletín es una producción de la Unidad Mujer y Trabajo Digno, en coordinación con el Observatorio de Derechos Humanos de las Mujeres del CDM; con este pretendemos contribuir a visibilizar algunos de los impactos de la pandemia COVID-19 en trabajadoras de las maquilas de la zona norte del país que acompaña el CDM, para fortalecer sus capacidades y el ejercicio de sus derechos; entre otros, sus derechos laborales.

Derechos Económicos, Sociales y Culturales – DESC – en el marco de la emergencia sanitaria

Derechos Económicos, Sociales y Culturales – DESC – en el marco de la emergencia sanitaria

Aunque tempranamente se tomaron distintas medidas epidemiológicas, como la aprobación de manuales y protocolos, no se concretó la aplicación masiva de pruebas, no se dotó de insumos médicos y de bioseguridad a los trabajadores de la salud. Es más, han cometido graves delitos contra la salud de la población hondureña y la administración pública, como la dotación de insumos de bioseguridad que no son recomendables para el uso médico y también la aplicación de tratamientos médicos como el tratamiento MAIZ que no están respaldados científicamente.
La aplicación de medidas de confinamiento absoluto sin ningún estudio de impacto diferenciado y aplicación de medidas diferencias, ha afectado negativamente a los millones de hondureños que sobreviven del trabajo diario para los cuales el confinamiento es imposible.
Antes de la crisis sanitaria, las organizaciones y organismos nacionales e internacionales de distintos sectores e intereses informaron repetidamente sobre la falta de protección del derecho a la salud, a la alimentación, el derecho al trabajo digno, y la situación precaria de los derechos humanos de las mujeres, de la niñez, de las personas adultas mayores y pueblos indígenas, y la falta de cumplimiento de los derechos humanos en general. A medida que pasan los meses desde el inicio de la pandemia, sólo se han hecho más visibles las profundas desigualdades en Honduras que limitan el acceso de la mayoría de la población a esos derechos, debido en gran medida a la corrupción.
Registros indican trato discriminatorio en la implementación de las medidas, particularmente en lo relacionado a la entrega de alimentos. Existe un importante desfase entre las proyecciones de la Operación Honduras Solidaria y el alcance y satisfacción del derecho a la alimentación de la población priorizada como destinataria. Solo en la primera fase, un aproximado de 1,139,623.8 millones de personas quedaron sin acceso a la ayuda alimentaria, siendo además alarmante el uso politizado de la entrega por el partido de gobierno, reiteradamente denunciado por distintos sectores y poblaciones de todo el país y el patrón de represión policial como respuesta a las manifestaciones exigiendo alimentos.
En la pandemia, el Poder Ejecutivo declaró de interés público el sector agroalimentario, destinando 295 millones de dólares y también ponen a la disposición tierras fiscales, nacionales y ejidales para el concesionamiento hasta por un lazo de 20 años con un canon anual de L.100.00 lempiras, todo esto sin la participación del sector campesino.
Según datos de la empresa privada para finales de agosto producto de la pandemia 600,000 mil empleos se habrían perdido; de acuerdo con datos oficiales a mediados de agosto 928 empresas y 127,184 trabajadores se habrían sometido al programa de la “Ley de Auxilio al Sector Productivo y a los Trabajadores ante los Efectos de la Pandemia”, lo que representa un número bajo de trabajadores y además que no cubre a los cientos de miles de trabajadores del sector informal.
En el ámbito de la educación la niñez se encuentra frente a un formato de educación virtual para lo cual el Estado no ha hecho absolutamente nada para garantizar la falta de conectividad o los aparatos tecnológicos.

Grupos de especial vulnerabilidad en el marco del Covid-19

Grupos de especial vulnerabilidad en el marco del Covid-19

Las medidas sociales adoptadas carecen de un enfoque diferenciado para la atención de las personas y poblaciones puestas en especial situación de vulnerabilidad. Esto se refleja principalmente en la ausencia de participación y representación de estas en los espacios e instancias creadas para la puesta en marcha de planes y otras medidas de atención de la emergencia, en el reducido número de medidas adoptadas de acuerdo a las condiciones y contextos específicos de cada población y en la ausencia de cifras desagregadas que permitan conocer el nivel de afectación del virus en cada una de estas.
La medida de suspensión de derechos fundamentales y el confinamiento, dentro de sus múltiples impactos ha colocado a estas poblaciones y a la población hondureña en general en una situación de vulnerabilidad en cuanto a su derecho de acceso a la justicia, ya que las violaciones a derechos humanos cometidas en el contexto de emergencia ocurren ante una institucionalidad pasiva, con serias limitaciones para responder a las denuncias y demandas de la ciudadanía desde el teletrabajo. Muestra de esto son las diversas resoluciones desfavorables emitidas por la Corte Suprema de Justicia en reiterados casos de solicitud de garantía de derechos mediante acciones interpuestas por algunas de estas poblaciones.
Es alarmante el incremento de las violencias contra las mujeres en el contexto de emergencia y la ineficacia de las medidas adoptadas las cuales no han logrado incidir en la reducción de casos y tampoco en reducir los índices de impunidad. Esto está íntimamente relacionado con la ausencia de un enfoque de género en la configuración de las estrategias para la gestión de la emergencia en general.
La niñez, adolescencia, adultos mayores y personas con discapacidad son altamente excluidos dentro de la gestión, las medidas adoptadas para atender sus necesidades específicas son mínimas y con poca eficacia. A esto se suma la narrativa de la institucionalidad que asegura éxito en su ejecución de las medidas adoptadas consistentes en planes y beneficios para estas poblaciones, pero que no consta información respecto de su ejecución y alcance.
Los pueblos indígenas han sido víctimas de discriminación en múltiples dimensiones dentro de la gestión, no solo no existen cifras desagregadas sobre la población afectada por COVID-19, sino que tampoco se ha previsto campañas informativas en sus idiomas, formas y medios. Se registran casos graves de discriminación en el acceso a alimentos debido a la politización del Programa Honduras Solidaria y el impacto alarmante del precario sistema de salud en sus pueblos y comunidades.
La población LGTBI enfrente el COVID-19 al mismo tiempo que a la violencia estructural que implica que en el actual contexto resulte aún más difícil acceder a alimentos y a los medios básicos de subsistencia, así como al derecho de acceso a la salud pública por razones de discriminación pre existentes, agravadas por la pandemia.
A pesar de las numerosas medidas adoptadas en relación a los centros penales y población penitenciaria, son estas las que mayor evidencia muestra del enfoque de orden y seguridad de la gestión de la emergencia. La pandemia ha servido para justificar la profundización de la militarización del sector penitenciario y acentuar múltiples violaciones a los derechos humanos de las personas privadas de libertad. El sistema nacional penitenciario ha priorizado medidas con intención de contención de la propagación del virus declarando el cierre absoluto de estos y la prohibición de visitas, entre otras.
La situación de las personas migrantes y de la migración en general en el país son una radiografía de la grave crisis de derechos humanos que está constituyendo la pandemia, que tiene como base, por supuesto, la crisis pre existente. Las medidas adoptadas no buscan prevenir la migración, por el contrario, se enfoca en atender a personas retornadas, mientras las condiciones que generan la movilidad subsisten y se profundizan y las caravanas masivas continúan siendo parte de la realidad de la población hondureña.

Boletín – Violencia contra las mujeres enero a octubre 2020

Boletín – Violencia contra las mujeres enero a octubre 2020

Honduras es el segundo país con más alto índice de violencia contra las mujeres en Centroamérica, la vulnerabilidad de las mujeres y niñas aumentó al ingresar la pandemia de COVID-19 al país y el ingreso de la tormenta tropical Eta e Iota. Conoce en este documento el impacto para las mujeres y niñas hondureñas.0826

El nuevo Código Penal y los derechos humanos de las mujeres

El nuevo Código Penal y los derechos humanos de las mujeres

El nuevo Código Penal, publicado mediante el Decreto Legislativo 1302017 el viernes 10 de mayo de 2019 y que entrará en vigencia en Junio 2020, está compuesto por dos partes especiales: una describe los principios, la responsabilidad penal y los mecanismos de aplicación de la normativa penal; y la otra contiene la tipificación de conductas constitutivas de delitos.

Su contenido refleja retrocesos y avances en materia de derechos humanos, particularmente en relación a la situación de las mujeres en Honduras.

Este boletín es un esfuerzo de CDM para aportar al análisis de lo antes expresado, su contenido aborda los siguientes aspectos:

1. El criterio de género como regla de interpretación del nuevo Código Penal
2. Principio de lesividad
3. Sobre la modificación de la responsabilidad penal
4. Valoraciones sobre delitos de violencias contra la mujer

Esclavitud el siglo XXI

Esclavitud el siglo XXI

A través de este boletín, el CDM quiere aportar datos sobre lo que desde la ley hondureña se conoce como delitos contra la libertad y evidenciar información en relación al impacto del delito de trata en Honduras en los años 2017 y 2018. Es importante reiterar que sobre diversas formas de violencia contra las mujeres existe poca información disponible, además de un alto subregistro de datos; a lo que se suma que muchas de las redes y operaciones de trata no son identificadas por las instancias del Estado responsables de investigarlas, detenerlas y sancionarlas.

La necesidad de una Ley Integral para las Mujeres en Honduras. 2019

La necesidad de una Ley Integral para las Mujeres en Honduras. 2019

Durante los últimos años, las organizaciones de mujeres han coordinado esfuerzos para que, atendiendo al respeto de los derechos fundamentales y obligaciones internacionales del Estado de Honduras, se reconozcan las violencias que las mujeres enfrentan por el hecho de ser mujeres.

Recientemente, más de 100 organizaciones y redes de mujeres en Honduras iniciaron un proceso de consultas a nivel local y regional para identificar los diferentes tipos y ámbitos de violencia. A partir de cientos de opiniones, reflexiones, propuestas y testimonios de mujeres de distintas edades, origen étnico y disciplinas, se confirmó la necesidad de un instrumento legal que responda a la realidad nacional y, por tanto, produjeron un documento que contiene una propuesta de Ley Integral de Violencias contra las mujeres.

Violencia sexual en occidente: enero-agosto de 2019

Violencia sexual en occidente: enero-agosto de 2019

Mediante este boletín, el CDM se propone visibilizar parte de la violencia sexual que enfrentan las niñas y mujeres de la zona occidental del país, incluye información de contexto y datos correspondientes al período enero-agosto de 2019 de los departamentos de Lempira, Intibucá, Santa Bárbara, Copán y Ocotepeque.

Con el objetivo de contribuir a los esfuerzos que las mujeres y sus redes realizan en dicha zona para acceder a la justicia y a una adecuada atención por parte de las y los operadores de justicia en el tema de violencia sexual, esta publicación se ha elaborado en el marco del proyecto Acceso a la justicia y cese a la impunidad para las mujeres sobrevivientes de la violencia en Honduras.

Justicia Reproductiva para las mujeres en Honduras, 2018.

Justicia Reproductiva para las mujeres en Honduras, 2018.

El presente boletín expone la situación del derecho a tomar decisiones reproductivas de las mujeres hondureñas a partir de los datos de 2018 a los que se tuvo acceso. En Honduras, un país con altas tasas de embarazo adolescente, altos niveles de egreso hospitalario por aborto, muertes maternas, altos índices de violencia sexual, denunciada y/o vivida en silencio, con escasa o ninguna educación sexual, las mujeres, especialmente las jóvenes, suelen enfrentarse a condiciones sociales, económicas y políticas que limitan e inhiben su derecho a tomar decisiones sexuales y reproductivas.

La salud sexual y la salud reproductiva son parte de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y los hombres, estos derechos implican que las personas puedan tomar decisiones de manera informada, con libertad, confianza y seguridad.