“Yo no quiero que me asesinen por defender mis derechos” expresó a una radio nacional una joven estudiante de nivel medio que participa en tomas de sus centros escolares, demandando que el Estado hondureño les garantice el derecho a la educación proporcionándoles un bono para cubrir el transporte a sus centros de estudios.

Durante la última semana del mes de agosto e inicios del mes de septiembre, con mucho dolor hemos conocido del secuestro, tortura y  asesinato de 4 jóvenes, 3 hombres y una mujer. Dos de los jóvenes participaban en la lucha por el bono de transporte estudiantil impulsada por estudiantes del nivel medio y el tercero era un miembro destacado del movimiento estudiantil universitario en la UNAH-Valle de Sula; de la joven asesinada sabemos menos, pues su asesinato ha pasado casi desapercibido por los medios de comunicación.

En estos cuatro crímenes se identifican patrones de tortura y crueldad extrema, tal modo operandi de los escuadrones de la muerte de los 80´s, que según denuncian distintas organizaciones de derechos humanos hondureñas no han dejado de existir y funcionan desde el interior de las estructuras militares y policiales hondureñas.

El Gobierno y los medios de comunicación no pueden seguir justificando los asesinatos de la juventud hondureña con la excusa genérica de las maras y el narcomenudeo, mucho menos hacer llamados a la inteligencia militar del Estado, léase aparatos represivos y escuadrones de la muerte, para que actúen en contra de los y las estudiantes que reclaman sus derechos, tal como lo hizo un reconocido periodista el pasado 1ero de agosto desde su programa de televisión.

Ayer, 04 de Septiembre, una nueva noticia reporta que según investigaciones del Ministerio Público se identifica a la joven Anabella Villalobo como “difamadora” a la ATIC, cuando solamente cumplía con su deber ciudadano de hacer público a través de las redes sociales los hechos anómalos que registró con su celular, medio que se ha convertido en la única vía de denuncia social.

El Centro de Derechos de Mujeres viene acompañando la lucha de la juventud hondureña por sus derechos, buscamos caminar con las y los jóvenes de Honduras amparados en el artículo 3 de nuestra Constitución de la República que respalda el derecho universal a la protesta social. Una verdadera democracia no se construye con la fuerza de las armas ni el terror, no se construye con diálogos y compromisos falsos. ¿De qué democracia nos habla el señor Juan O. Hernández cuando se asesina a la juventud?

Condenamos las ejecuciones y asesinatos de la juventud hondureña, las autoridades tienen la responsabilidad de investigar estas ejecuciones, en lugar de pretender culpabilizar a los asesinados de sus propias muertes; a los medios de comunicación que eluden su responsabilidad de informar con ética. Y responsabilizamos al régimen por los daños que pueda sufrir la integridad física y humanidad de Anabella Villalobos.

 

Tegucigalpa, MDC, 05 de septiembre 2018.