1 de diciembre de 2017
Desde la Plataforma Somos Muchas, expresamos nuestra preocupación ante la grave situación post-electoral en Honduras. Nos preocupa mucho el proceso del Tribunal Supremo Electoral (TSE) y la falta de acción por la comunidad internacional. Además, el Estado está utilizando fuerza militar y policial de manera desmedida contra la ciudadanía que protesta de manera pacífica en diversos lugares del país.
Las y los hondureños ejercieron su derecho al voto con tranquilidad y respeto al proceso democrático el domingo 26 de noviembre del 2017. Lastimosamente, el TSE ha creado un ambiente de tensión, paranoia y falta total de confianza en el proceso democrático por tardar más de 4 días con el conteo de votos—cuando en las últimas elecciones el proceso tardó
mucho menos. Esto levanta cuestiones de imparcialidad y honestidad.
Además, cuando las y los hondureñas decidieron protestar frente a la manipulación del proceso—otro derecho democrático—el Estado respondió con represión por parte de las fuerzas armadas y la policía militar. Las estructuras del Estado incluido el TSE tienen que aceptar toda la responsabilidad por el daño causado. El pueblo está reaccionando a una violación total de sus derechos democráticos. Fue el TSE, controlado fuertemente por el partido político actualmente en poder, el que creó esta situación de incertidumbre y manipulación.
En este contexto, apoyamos a la sociedad civil y exigimos lo siguiente:
– Que el Estado hondureño respete la voluntad del pueblo y que el TSE haga su trabajo de manera transparente. En el caso en que el pueblo no acepte los resultados, debe de haber otro conteo de votos monitoreado por observadores internacionales.
– Que el Estado respete el derecho a la protesta pacífica y no ejerza violencia como herramienta de opresión.
– Que haya una investigación internacional en el proceso electoral y que los observadores internacionales y las instituciones hagan este trabajo de forma imparcial. En caso de fraude, la comunidad internacional tiene que levantar su voz y actuar.
El colectivo Somos Muchas, compuesta de más de 20 organizaciones y activistas independientes, lucha por los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres. Estos derechos están fuertemente relacionados a la democracia (CLADEM, 2006). Gobiernos opresores y dictatoriales, como el régimen de Augusto Pinochet en Chile en 1989, utilizaron la represión de los derechos sexuales y reproductivos como herramienta de manipulación (otro ejemplo viene de Argentina). Mientras tanto, cuando se respetan los derechos de las mujeres, se suelen respetar los derechos humanos de forma integral. En Honduras, el aborto está criminalizado totalmente, aún para salvar la vida de una mujer—y a pesar de que hay alrededor de 3,000 denuncias de violencia sexual cada año. Hoy, el 1 de diciembre, reclamamos justicia y democracia en Honduras. Esperamos que la democracia y el respeto de los derechos humanos en Honduras también significará avances en los derechos humanos de las mujeres.
Foto: El Faro