Según Alda Facio, experta costarricense en derechos de las mujeres, es imprescindible que el estado hondureño ratifique el mecanismo que daría acceso a las hondureñas a la justicia internacional: el Protocolo Facultativo de la CEDAW – Convención sobre la Eliminación de todo forma de Discriminación contra la Mujer.

La ratificación “es una forma de decirles tanto a las mujeres de Honduras como al comunidad internacional que el estado está dispuesto a garantizar los derechos humanos de las mujeres,” dice Alda, futura presidenta del comité de expertas en Naciones Unidas sobre la cuestión de la discriminación contra la mujer en la legislación y en la práctica (actualmente es miembro de este comité) y también asesora regional para JASS Mesoamérica, jurista y escritora reconocida.

El Protocolo Facultativo pone en práctica lo que Honduras ya ha ratificado en el CEDAW desde hace más de 30 años: garantizar la igualdad de derechos para las mujeres.  Cuando un país ratifica el protocolo, explica Alda, las mujeres que enfrenten injusticias pueden comunicarse con el comité CEDAW de las Naciones Unidas. Si el comité decide que la persona o grupo tiene razón sobre la queja hacia el Estado, realiza recomendaciones dirigidas al país para mejorar la situación. Alda ha visto éxitos de estas recomendaciones en injusticias relacionadas con menor pago para el mismo trabajo, divorcios, y en casos de femicidio.

En sus más de 50 años trabajando al nivel internacional por los derechos de las mujeres, Alda sigue siendo optimista. Porque aún en ocasiones en que los estados menosprecian los acuerdos internacionales, esto ha servido para que se “empieza una época de mayor combatividad desde las mujeres.”

También ha sido testigo del surgimiento de muchas organizaciones activistas por los derechos de las mujeres; en China, por ejemplo, ha visto la creación  de varias de ellas en donde antes “ni siquiera existía el concepto.”

También ha notado la similitud de problemas alrededor del mundo. “El control del poder reproductivo de las mujeres es universal…aún en los estados que tienen el aborto totalmente legalizados, hay siempre un movimiento tratando de controlar eso, de quitar eso.” También son universales la pobreza y la “intersección de discriminaciones” como raza, género y estatus socio-económico; la violencia, lastimosamente, sigue siendo tan problemática que el comité de Naciones Unidas en que trabaja Alda se tendrá un momento específico para abordar este asunto.

A pesar de los obstáculos que enfrentan, Alda está alentada con el movimiento en Honduras por la ratificación del protocolo facultativo. El movimiento de la sociedad civil ha “hecho muchísimo,” dice. Además, en una reunión del 4 de mayo de este año con diputadas y miembros del sector público, lograron mucho apoyo. “Hay que seguir apresurando…y no dejarlas sueltas. Ver que, de verdad, cumplen y hagan lo que dicen.”

Una vez que las hondureñas logren la ratificación del Protocolo, Alda sugiere la creación de un observatorio. Es necesario, dice, que la sociedad siga monitoreando la situación. “Es un primerísimo paso, como cualquier ley. No se acaba con la ley.”

Puedes firmar la petición para la ratificación del protocolo y utilizar el hash tag #CEDAWHN.