Versión en español (versión en inglés más abajo):

PRONUNCIAMIENTO DE SOMOS MUCHAS FRENTE A PENALIZACIÓN ABSOLUTA DEL ABORTO EN NUEVO CÓDIGO PENAL

Hoy es un día lamentable para las niñas y las mujeres en Honduras, un país donde cada año más de 900 niñas quedan embarazadas por una violación sexual, donde todavía hay muertes maternas evitables y donde se tortura a las mujeres obligándolas a continuar con embarazos totalmente inviables.

Una vez más, el Congreso Nacional y los partidos políticos dejaron que se perdiera una oportunidad para mejorar la situación de las mujeres hondureñas y para que el país saliera del retraso que le coloca en la vergonzosa lista de los únicos 5 países del mundo que permiten este tipo de violencia contra niñas y mujeres. Los sectores que tomaron esta decisión, y los que se llamaron al silencio cómplice, hicieron suyo un argumento conservador y fundamentalista que criminaliza a las personas que integran unas de las poblaciones más vulnerables de nuestra sociedad: las mujeres enfermas y las niñas y mujeres violadas.

Entre estos sectores se encuentra el Presidente de la República y las instituciones como el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos que tergiversando o haciendo caso omiso de las recomendaciones de órganos internacionales de Derechos Humanos, se pronunciaron fanáticamente en contra de la interrupción del embarazo bajo tres únicas circunstancias, olvidando completamente que es su responsabilidad garantizar y velar por derechos fundamentales como el derecho a la vida, a la salud y a la dignidad. Sus posiciones son un acto de injusticia social contra las mujeres en situación de pobreza y contribuyeron a enterrar en el olvido la desesperanza a miles de niñas y mujeres en Honduras.

Unos y otros obviaron que nuestro país es una república laica que debe garantizar derechos fundamentales a toda su población y no someterse a las creencias de sectores conservadores de las iglesias católicas y evangélicas cuyas élites encubren violadores o promueven la discriminación y la violencia contra las mujeres. Como ciudadanas vamos a seguir luchando por la despenalización de la interrupción del embarazo por causales.

Agradecemos a todas y todos las ciudadanas/os, diputadas/os, académicas/s, profesionales, religiosas/os, políticas/os y demás sectores que apoyan esta lucha por la vida digna de las mayorías.

Tegucigalpa, 4 de mayo de 2017

Contacto: Neesa Medina, Coordinadora de Comunicaciones +504-2251-0459 somosmuchashn@gmail.com


 

Versión inglés:

STATEMENT FOLLOWING TOTAL CRIMINALIZATION OF ABORTION IN THE NEW PENAL CODE OF HONDURAS

Today is a lamentable day for the girls and women of Honduras—a country where more than 900 girls become pregnant due to rape each year, where women die in childbirth in preventable ways and where women suffer the torturous experience of bringing an unviable pregnancy to term.

Once again, the National Congress and the political parties wasted an important opportunity to improve the situation and to remove Honduras from the shameful list of the five countries in the world that continue to permit this type of violence against girls and women. The sectors that made this decision, as well as those who remained in complicit silence, adopted a conservative and fundamentalist argument that criminalizes people who are among the most vulnerable in our society: women who are ill and girls and women who are victims of rape.

Those opposed include the President of the Republic and institutions such as the National Commission on Human Rights. They distorted or ignored the recommendations made to Honduras by international human rights organizations; they proclaimed themselves fanatically opposed to the interruption of a pregnancy under three exceptional circumstances, forgetting entirely that it is their responsibility to guarantee and ensure fundamental human rights such as the right to life, health and dignity. Their positions represent a social injustice against women in situations of poverty and they aid in pushing the hopelessness that thousands of girls and women experience in Honduras from public consciousness.

Many chose to disregard the fact that our country is a secular republic that should guarantee the fundamental rights of its whole population and not submit itself to the conservative beliefs of the Catholic or Evangelical Churches—whose elites protect rapists or promote discrimination and violence against women.

As citizens, we will continue to fight for the decriminalization of the interruption of pregnancy in exceptional circumstances. We thank all of the citizens, members of Congress, academics, professionals, religious leaders, politicians and members of other sectors who support this fight for a dignified life for the majority of the population.

Tegucigalpa, May 4, 2017

For more information, please contact: Neesa Medina, Communications Manager

+504-2251-0459 somosmuchashn@gmail.com