BOGOTA (Thomson Reuters Foundation) – Mientras Aurelia caminaba temprano  una mañana hacia el trabajo en Tegucigalpa, capital de Honduras, un conductor sosteniendo una pistola le dijo que entrara en su carro.

“Me dijo: entra o te disparo. Uno de los hombres iba atrás y a mí me hicieron sentarme enfrente.  Me amarraron las manos,  me taparon la boca y me dijeron que no gritara o me matarían.” Dijo Aurelia a los doctores de la Organización Médicos Sin Fronteras, después de haber sido violada a punta de pistola.

Los doctores le dieron tratamiento y consejería pero como muchas sobrevivientes de violación, se enfrentó luego a un embarazo no deseado- una peligrosa y difícil situación en un país donde el aborto está penalizado, la pastilla anticonceptiva de emergencia ha sido prohibida desde 2009, y el aborto clandestino es la única salida para algunas de las muchas víctimas de violación.

“Una de las consecuencias de la prohibición total de la pastilla anticonceptiva de emergencia, es que las víctimas de violación pueden recurrir a abortos inseguros e ilegales, lo cual pone a las pacientes en riesgo” Dijo a Thomson Reuters Foundation,  Bertrand Rossier Jefe de Misión de Médicos Sin Fronteras  en Honduras, en una entrevista telefónica desde la capital Tegucigalpa.

“…nuestro equipo tiene que lidiar con pacientes que han sufrido violencia incidental, quienes después tienen que enfrentar un embarazo no planeado. Esto claramente tiene consecuencias psicológicas  para las víctimas”, dijo Rossier.  Honduras es el único país de América Latina donde la anticoncepción de emergencia  es prohibida, ha dicho.

MSF, hace esfuerzos para que el gobierno conservador derogue la prohibición de la pastilla anticonceptiva de emergencia y así las sobrevivientes a una violación no sean forzadas al riesgo de un aborto inseguro.

“En marzo, un diputado propuso un  cambio en la legislación que prohíbe la anticoncepción de emergencia. Para MSF, ésta es una oportunidad que estamos tratando de usar para hacer visibles las consecuencias de la prohibición”, dijo Rossier.

La mayoría de las víctimas de violencia sexual en Honduras son niñas, de 2832 investigaciones por  violación  emprendidas por el Ministerio Público  en 2013, la mayoría involucraba niñas entre 10-14 años ha dicho MSF. Ésta es probablemente la punta del iceberg, solo una pequeña proporción de las violaciones son denunciadas a la policíadebido a la represión y el  estigma asociado con la violación,”  agregó.

En el mundo, la muerte por abortos inseguros se estima en 47,000 mujeres al año, y  la tasa de  muertes por complicaciones derivadas  de abortos inseguros es de casi el 13% de todas las muertes maternas, ha dicho la Organización Mundial de la Salud OMS.

Honduras es uno de los siete países de América Latina que penaliza el aborto sin excepción, en una región donde el 95% de todos los abortos son considerados inseguros,  de acuerdo a la OMS.

Sin Protocolo para Sobrevivientes de Violación

Como muchos en América Latina, Honduras  es predominantemente  Católica Romana.  La influencia de la Iglesia Católica, junto a los grupos evangélicos y legisladores conservadores, sostienen que el aborto violenta los derechos del  no nacido, quién debe ser protegido por la ley a toda costa.

En la cúspide de la prohibición de la pastilla anticonceptiva de emergencia y el aborto,  las sobrevivientes de violación en Honduras reciben una pobre atención médica, en un país donde  los insuficientes  hospitales públicos tienen dificultades para hacer frente a las víctimas de la violencia por  las pandillas de drogas,  en uno de los países más peligrosos del mundo.

“Honduras es uno de los pocos países en América Latina que no tiene normas y protocolos que definan cómo deben ser tratadas y atendidas las víctimas de violencia sexual. Para MSF, esa es una emergencia”, dijo Rossier.

“Estamos pidiendo al gobierno que proteja las víctimas….poniendo en orden protocolos para víctimas de violencia sexual”, ha dicho, agregando que MSF es parte del comité de trabajo del Ministerio de Salud, que elabora los lineamientos nacionales para el tratamiento de víctimas de violación.

MSF junto al Ministerio de Salud, han dispuesto servicios de atención prioritaria en 2011 en algunos sitios de Tegucigalpa que ofrecen consejería y tratamiento de emergencia para prevenir la infección de VIH dentro de las 72 horas consecuentes a un asalto sexual, así como la protección contra otras infecciones de transmisión sexual.

Pero elevar la preocupación al máximo nivel sobre la violencia sexual  contra las mujeres en Honduras es todavía un desafío, en parte por los altos niveles de violencia generalizada.  En la capital, Tegucigalpa, ocurre un asesinato cada 74 minutos, Honduras tiene las más altas tasas de asesinato en el mundo.

“Parte del problema es que la violencia sexual es un problema invisible en Honduras y porque al no existir protocolos sobre cómo tratar a las víctimas de violencia sexual, no hay datos  reales en el asunto “, dijo Rossier.

“Los altos niveles de violación en Honduras están ciertamente  relacionados con los altos niveles de violencia en general. MSF en Honduras está también respondiendo a las consecuencias de diferentes tipos de violencia, incluyendo la provisión de apoyo psicológico a víctimas de extorsión o secuestro”, dijo.

Traducción libre por el Centro de Derechos de Mujeres

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