¿Quiénes apoyan más a las mujeres que huyen de la violencia doméstica? ¿Las trabajadoras sociales del estado? ¿La policía?

Desafortunadamente, según dice una experta en derechos de las mujeres, el Estado no funciona tal como debería. En realidad, aún cuando los policías reciben entrenamiento sobre violencia doméstica, muchos no actúan.

“No tienen la capacidad ni la voluntad para aplicar la ley,” dice Claudia Herrmannsdorfer, abogada y defensora de derechos humanos en Honduras y El Salvador.

Entonces, si no se puede contar con el Estado, ¿quién ayuda a mujeres vulnerables?

“A veces, una mujer [víctima] acude a una mujer del pueblo que sabe sobre estas temas,” explica Herrmannsdorfer. “Es importante que esa mujer del pueblo sepa qué decir y los recursos con los que cuenta en su región. Hace falta decir ‘yo te ayudo, yo te acompaño, yo te lo llevo’.”

Por eso, Herrmannsdorfer y un equipo de abogadas y defensoras—dirigidas por el Centro de Derechos de Mujeres (CDM) en Honduras—están proponiendo cambios en las leyes para fortalecer el sistema y apoyar a personas de confianza como estas mujeres. Estos cambios consideran el fortalecimiento de mecanismos existentes. Por ejemplo, proponen otorgar al Instituto Nacional de la Mujer INAM nuevos papeles de dirección y supervisión, además de reformar la Ley de Consejo Nacional de Defensa para incorporar la realidad de las mujers en políticas de seguridad ciudadana.

La Ley Integral Contra la Violencia hacia Mujeres abarca todo tipo de violencia: física, pero también emocional y sexual/reproductiva. En estos momentos, un borrador está listo para compartir sólo con aliadas que apoyan el proyecto. Varias organizaciones en Honduras—feministas y de derechos humanos, sobre todo—están ayudando al proceso.

“Estamos socializando la ley,” explica Herrmannsdorfer. “De esta manera, al final, sabrémos que todos los pasos fueron aprobados.”

La situación para una mujer en Honduras es muy peligrosa: según datos del Observatorio de Derechos Humanos de las Mujeres del CDM, cada 16 horas una hondureña es asesinada.  Durante 2015, ocurrieron 814 agresiones a mujeres según las noticias publicadas en la prensa escrita nacional; de estos, 328 son por violencia sexual o estupro y 346 por muerte violenta. La situación empeora ante la falta de justicia: solamente se castiga 1 de cada 10 femicidios; los otros 9 no reciben ninguna sanción legal.

Para cambiar esta situación y examinarla de manera sistemática, explica Herrmannsdorfer, hace falta un Ley Integral. En Centroamérica , 3 países ya tienen aprobado algún tipo de Ley Integral – Guatemala, El Salvador y Nicaragua-  al igual que otros países en América del Sur y España.

Por eso, explica Herrmannsdorfer, están mirando el trabajo en otros países centroamericanos para aprender.

Mientras todo, dice la abogada, la mayor fortaleza de esta ley “es la prevención.”

“Es lo que menos se ha trabajado en Honduras”, dice Herrmannsdorfer. Esto implicará  más y mejor información sobre los derechos de las mujeres. Así, todas las hondureñas sabrían sus derechosy, si necesitan actuar, las mujeres de confianza en cualquier rincón del país sabrán que hacer.